Escribe: Heider Cortes Vargas
Muchas veces creemos que las historias están en lugares apartados y no nos damos cuenta que a veces las grandes historias están más cerca de lo que podemos imaginar, como a la vuelta de la esquina o mejor como me paso a mí, en mi lugar de trabajo y desde un quinto piso, la curiosidad me empujó a conocer la vida de esa voz que escucho a diario, a ese artista empírico que deambula por la calle.
Foto. En el quinto piso de mi trabajo.
Es un hombre de mediana estatura, contextura delgada, de piel clara, sobre su cuello cuelga una especie de parlante con un micrófono, las cuales son sus herramientas de trabajo. Baudilio me dijo que se llama, que es oriundo del departamento del Quindío y que su problema de discapacidad visual de nacimiento no ha sido impedimento para realizar sus estudios de primaria y bachillerato.
Foto. El artista Baudilio.
Hace aproximadamente año y medio que se vino a vivir a la ciudad de Neiva y me exhorta a reconocerle: “para mí llegar aquí a Neiva fue muy difícil, porque yo viví gran parte de mi vida en el departamento del Quindío. Yo conozco el Quindío como la palma de mi mano y venir aquí a esta nueva ciudad es como volver a nacer; mi esposa es pastusa y ella me motivó a viajar a esta región, porque la familia de ella vive aquí hace varios años. En Armenia no contábamos con ningún tipo de apoyo”.
Conoció a su esposa por teléfono, por este medio se pusieron la primera cita no para verse sino para escucharse, tocarse y sentirse; y a partir de ahí no solo ha sido su novia, sino la madre de su hijo de tres años. El 20 de enero cumplirán 5 años de haberse conocido. Su esposa también es invidente y comparten el gusto por la música. Además, piensan mucho en el futuro del niño, que tenga acceso a una escuela y entre risas él me cuenta que siempre le pregunta a su esposa: ¿Quién le va a revisar los cuadernos al niño hoy usted o yo?.
Foto. En entrevista con el artista
Mientras se satisface con su risa, le interrogo: ¿ se ha imaginado el lugar donde usted se encuentra parado, el de todos los días, cantando versos de amor y despecho? él dice que no tiene muchas perspectivas para describirlo, lo único que me cuenta: “es que la gente pasa y me habla, me da propinas por mis canciones, me dan méritos por lo que yo hago, hay gente que también me cuestiona y me dice que porque no le canto a Dios, que le estoy cantando al Diablo, yo canto de todo, canto vallenatos, música popular, baladas de los 70, tengo un repertorio de más de 800 canciones, y diariamente puedo cantar hasta 40 canciones”.
Foto. Baudilio ganando unas cuantas monedas
Baudilio vive en el barrio “Luis Eduardo Vanegas” comuna 9 de la ciudad y él sabe que le queda un poco lejos, como también le queda claro que su mayor sueño es tener su propia casa porque eso de pagar arriendo toda la vida no lo cree conveniente. Por ahora, tiene un gran beneficio y lo afirma con alegría: “me han dejado trabajar en el espacio público, gracias a Dios, no me han limitado mi labor. Cuando me vine de Armenia ese era mi principal temor, que aquí no me dieran la posibilidad de cantar y pues no, nunca he tenido problemas”. Después de esta conversación cada quien con su oficio.
Fuente: https://es.wikipedia.org/wiki/Comuna_Norte_(Neiva)#/media/File:Neiva-Comunas-Barrios-9.png