ESCRIBE: Carolina Polanía
Voy caminando por las calles de mi ciudad cuando de repente escucho la melodía de un saxofón, la cual me sorprende, porque no es habitual en este lugar encontrar una tonalidad agradable. En el centro de la ciudad a oídas se extienden los ruidos y las voces de muchos desesperados para conseguir la venta de cualquier producto. Pero, esa melodía es encantadora así que me motive a seguirla, cuando de repente me encuentro con el intérprete de aquellas notas musicales; él es Lucas Saslavsky un hombre con una apariencia física poco común por estas tierras y con un particular acento argentino.
Lucas es apasionado por viajar, ha recorrido gran parte de sur América, 6 países exactamente, entre ellos: Argentina, Bolivia, Chile, Perú, Brasil y por último Colombia en el cual ha durado nueve meses. Todo empezo un día de abril cuando emprendió su aventura por recorrer el mundo y salir de argentina con el orgullo de mostrar que su país es rico en cultura, arte, cine, música, entre otros aspectos.
Dice que la disciplina es la clave para tener conexión con un instrumento musical. Así que este enamoramiento por la música surgió cuando visitaba aquel profesor, una vez por semana durante un año y con él aprendió; desde entonces toca en las calles para que todo tipo de persona logre contemplar un show con este instrumento, ya que hace algún tiempo estas melodías estuvieron en los grandes salones sólo para unas minorías. Hoy se escucha sin tener que pagar mucho dinero, es un evento donde el saxofón es el protagonista.
A Lucas se le ve en este mundo citadino como un eslabón perdido de la música y con tremendo instrumento para dejar un aire fresco en el espíritu y más cuando se requiere en este transitar por estas calurosas calles y agobiantes días. Este Saxofonista dice que le falta mucho por recorrer y que algún día regresara de nuevo a la Argentina; mientras tanto envía un mensaje a los jóvenes “que hagan lo que realmente quieren y les apasione”.