Escribe:Karolay Ramirez C.
Don Alfredo de 40 años de edad sale todas las mañanas con su carretilla de frutas para vender en su barrio y otros más cercanos. Además, brinda alegría a los niños pues ofrece una variedad de ricos helados y lo más importante es que su buen humor lo comparte con todo el mundo.
Todos sabemos que hay días malos y días buenos pero esto no es impedimento para que el señor Alfredo deje de trabajar y consiga un poco de dinero para su familia, compuesta por su esposa y sus dos hijos. La señora de la casa trabaja en servicios generales y sus dos hijos están dedicados a estudiar; ellos se les ve muy dispuestos a luchar y velar por sus viejos.
Así que la casa mantiene sola, pero cuando la familia regresa se reúne todos a comer y compartir las aventuras del trajín del día o distrayéndose un poco con los problemas que los agobia. Por supuesto viven de la mejor forma, aunque es una familia que no posee mucho dinero, pero es muy unida porque hay diálogos de verdad sin intromisión de los recursos tecnológicos que desintegran y causan el desinterés por los valores preciosos que tiene la vida, entre estos, compartir y sentir el afecto de un hogar.
Alfredo aprecia también a Neiva y es uno de los protagonistas que hace ciudad, entre tanto su familia es un ejemplo de amor para construir sociedad.
FOTO. Neiva-panorámica. http://colombianeivahuila.blogspot.com.co/2011/09/