Escribe: ANGIE L. CLEVES
Hace más de 20 años doña Patricia Medina, su esposo Martín Moreno y sus hijos menores Karen Patricia, Valentina y Juancho originarios de la vereda Ato Nuevo municipio de Villa Vieja decidieron viajar a San Vicente del Caguán . Allí se pudieron organizar y trabajar en los diferentes quehaceres de una finca. Pasado unos meses el propietario les da un aviso de que se tenían que ir de inmediato en razón a unas presuntas amenazas hechas por grupos al margen de la ley que ponían en riesgo sus vidas .
Sin pensarlo dos veces y con miedo de que los asesinaran tomaron la decisión de salir sin nada, sólo con la esperanza de encontrar tranquilidad en Neiva. Al llegar a la capital del Huila se establecieron por unos meses en un apartamento en el barrio Alberto Galindo, luego no pudieron seguir pagando arriendo, así que desesperados y tomando el consejo de un vecino llegaron hacer parte de una invasión, cerca a los depósitos de BAVARIA, la fábrica de cerveza muy reconocida. Ese primer domingo fue eterno para doña Sandra y sus tres hijos.
En el trascurso de meses ya tenían su casa hecha con sobras de construcciones y bolsas de plástico. Pero, la situación del sustento era complicada y cada día era más difícil el tema de la comida, doña Sandra estuvo tentada en robar los supermercados pero aquellos buenos recuerdos, enseñanzas, valores y principios que le dejaron sus padres no se lo permitieron. Entonces, se las pudo ingeniar para ir los martes y sábados a SURABASTOS a recoger las sobras de la comida que botaban los comerciantes y así pasar el hambre o para medio sobrevivir.
Luego, el Estado les propuso una reubicación en el Caguán pero tenían que firmar un documento; inconforme doña Sandra por la situación en la que se encontraban sus hijos, es decir soportar un ambiente de drogadicción, hambre, pobreza, prostitución y vandalismo que le ofrecía la ciudad decidió arriesgarse y firmar ese dichoso papel.
Y claro, esa decisión le ha permitido adquirir su propia casa y su esposo conseguir un buen trabajo, como también una tienda de abarrotes y oportunidades para que los hijos continuaran sus estudios.