Por: Yeferson Cruz M.
Nací en el campo en una bella vereda del municipio de Colombia Huila, llamada la Legiosa, allí aprendí a dar mis primeros pasos, aún recuerdo cuando siendo un niño de 5 años empecé a cursar los primeros grados en la escuela, donde fui aprendiendo y adquiriendo conocimientos, donde me fui formando con grandes principios y logros como ser humano, con el apoyo de mis padres y la compañía de mi hermano menor.
Crecer en el campo es las experiencia más bonita del mundo, escuchar el canto de los pájaros al amanecer, sentirse tranquilo con el ruido de la naturaleza, y ver el cariño y la humildad de la gente, recibir un amoroso saludo, el respeto y la solidaridad de mis paisanos. Además, de ser una comunidad pequeña sentía la alegría, la paz y el entusiasmo de una sola familia, la libertad para salir de un lado a otro, la sana convivencia donde no ves personas extrañas.
Después pase de vivir en el campo a mi pueblito, allí conviví 6 años donde curse mi bachillerato, allí recibí educación para ser una persona disciplinada y con grandes valores; fue entonces cuando me separe por primera vez de mis padres, fue un poco duro pero el saber que estaba con mi Abuela que me brindaba su amor y cariño me alegraba y me sentía bien.
También conocí nuevas personas, nuevos amigos, nuevas aventuras, disfrute de esos hermosos paisajes, de esos momentos cuando iba de paseo a visitar la loma de la virgen, un lugar hermoso donde puedes recibir el aire puro de la naturaleza; cuando gozaba de ir al baño al rio Ambicá junto a mi familia. Estos son los recuerdos que me llenan de felicidad y satisfacción al saber que soy doblemente colombiano y me siento muy orgulloso de pertenecer a esta bonita tierra, ciudad de los cactus donde pase mis más bonitas experiencias .