Hacer reír al mundo es una tarea difícil. Don Jairo ha superado la pobreza y el fenómeno de la guerra, hoy se ríe de esta vida y emprende sueños en estos tiempos donde las esperanzas parecen esfumarse. El gran personaje de este relato nació en el seno de una familia pobre económicamente, pero rica en valores y lazos de unión familiar.
Durante su juventud padeció la época de la guerra, época de destierros y desapariciones. En época de reclutamiento, este personaje, encontraba las mejores formas de ocultarse, pues nunca fue su motivación la guerra. Jairo, el campesino, padre de Familia y payaso de profesión no comparte ideologías religiosas ni políticas, pues prefiere vivir en un mundo real, y no en uno cegado por la ambición y las mentiras de supuestos líderes que engañan para mantenerse en el poder.
Jairo es el personaje que desde la infancia ha tenido alma de aventurero y creador. A temprana edad empezó por recorrer el Huila a caminar con el amor de su vida, su pasión más grande, el arte. Al fin decidió radicarse en la Argentina (Huila), aunque con temor, pues en el momento los grupos armados conocían muy bien el territorio y su gente.
Hoy está con su ropaje vistoso, sonrisa llamativa, botas estrafalarias y una bolita roja en la nariz, todo se hace color y alegría para chicos y grandes. Ser payaso es todo un ritual y para eso trabaja sus actos cómicos junto con su esposa quien es otro de los motivos de su vida.
Es de reconocerle a Jairo la creación del primer grupo de Teatro Callejero en la Argentina. En sus actos no solo plasma hechos si no también sentimientos, pues al apropiarse del momento lo lleva a uno a vivir cada acto, a retorcerse de la risa.